* La convocatoria era en el parque La Raza, en la plazuelita del sol.
AMpro/California/primera semana de febrero, 09/ Son las ocho de la mañana, y el clima lo suficientemente cruel para que aún con abrigo y guantes, nuestras manos sientan la inclemencia del frío. El astro que nos da energía llegó una hora después. Aún así, temblando y añorando el sol de nuestras tierras, uno a uno fuimos llegando. Éramos una treintena de invitados a la ceremonia maya en honor a nuestros muertos del 32.
Cuando llegué, ya estaba Miguel y su esposa Vilma, al rato llegó la niña Concha Sausedo, David, ……y el sacerdote Maya originario de Guatemala. Eramos como un selecto número de personas, cada quien con su historia de activista político y de luchadores incansables para reivindicar los intereses del indígena americano, sin importar si este es Maya, Lenca, Nahuat, Zapoteco, Inca,…Azteca.
Hicimos un circulo alrededor del fuego sagrado y el guía espiritual inició la ceremonia, muchos niños y niñas se nos acercaron, queriendo saber quienes éramos y que hacíamos. Que dichosos y privilegiados estos niños, pensé; a su edad, yo nunca tuve acceso a una ceremonia, a pesar de que crecí en Izalco.
A los pocos minutos, y gracias a los rituales me olvide del frío, y sentí que todos los poderes invisibles estaban con nosotros; se sentía su presencia. Cuando la ceremonia había avanzado y empezamos a recordar los hechos de esa fatídica fecha, sentí la presencia de Ama y la de los varios miles de izalqueños asesinados en ese enero que marco nuestra historia. Lo que pasaba en ese pequeño parqué era la muestra de que para el amor, la solidaridad y el recuerdo, no existen fronteras ni nacionalidades.
Una semana antes, en Izalco, en el lugar donde enterraron a la mayoría de asesinados, uno grupo de organizaciones indígenas oró por su recuerdo y su memoria. Y varios días antes, el pueblo de Izalco había dicho ¡Basta! a los Areneros. Enero tiene significado para Izalco. Es un mes de dolor y alegría, es el mes en el que cada cierto tiempo, la historia cambia de rumbo.
Arriba una fotografía del lider indígena José Feliciano Ama, antes de ser asesinado por el gobierno de Maximiliano Hernaández Martínez en 1932.
Durante la guerra de 12 años que vivio El Salvador, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) rindió honor a su memoria llamando a uno de sus frentes de guerra , "FRENTE JOSE FELICIANO AMA". Ama fue acusado de ser comunista porque reivindicaba las tierras que les fueron arrebatadas por el Presidente Tomás Regalado a los izalcos. Desde 1932 en El Salvador la derecha se ha mantenidio en el poder, en contra de la voluntad popular, imponiendo por la fuerza con la ayuda de sectores corruptos de la Fuerza Armada, primero a la dictadura de Martínez, después al Partido Revolucionario de Unificación Democrátira (PRUD), luego al Partido de Conciliación Nacional, (PCN), partido que llevo al país a la guerra, y por último al Partido Alianza Republicana Nacionalista ARENA, pese a estar rodeado de numerosos escandalos de robo y currupción.
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