viernes, 27 de enero de 2012

El Salvador: ¿Hacia dónde se dirige Mauricio Funes Cartagena?

Tomado de ALAI, América Latina en Movimiento

Víctor Regalado

Vivimos en la hora de la crisis del capitalismo global y los Estados Unidos están actuando con cierta desesperación en muchas regiones del mundo. Una guerra sorda está siendo llevada a cabo en nuestro continente y el imperio hará todo para ganarla porque quieren apropiarse de los recursos naturales de América del Sur. Pero Suramérica no es el Oriente Medio. La mayoría de los pueblos suramericanos están unidos y resistirán, y eso lo saben en Washington.

Centroamérica es clave en esta estrategia estadounidense y después del golpe de Estado en Honduras están apuntando a El Salvador. Washington quiere dividir a las fuerzas progresistas salvadoreñas y actúan para que el presidente Mauricio Funes Cartagena se ponga del lado de ellos. De coqueteo en coqueteo van tejiendo la telaraña en torno del Presidente para aislarlo del FMLN.

Pero nosotros, el pueblo, no olvidamos que en El Salvador el imperio ya gastó más de un millón de dólares diarios durante doce años.

En los últimos meses el presidente Funes tomó medidas inesperadas, en desacuerdo con el mandato que recibió del pueblo. El puede aducir que es el Presidente de todos los salvadoreños y no solo de las masas del FMLN, pero él no puede aducir -como dan a entender ciertos nombramientos- que es el Presidente de esa derecha que durante décadas asesinó a mansalva a humildes ciudadanos, a sacerdotes que simpatizaban con el pueblo, a dirigentes y militantes de las fuerzas que en las últimas elecciones lo llevaron a la Presidencia de la República. Y eso debemos recordárselo, porque el pueblo no lo ha olvidado ni lo olvidará jamás.

Después de despedir a Carlos Ascencio de la Policía Nacional Civil, y en su lugar nombrar al general Ramón Salinas, el discurso de El Mozote se parece a un repliegue táctico para ganar las simpatías y la confianza que ha perdido en el pueblo. Y la pregunta obligada es ¿seguirá con la política de derechizar el gobierno, y obedecer a las ordenes de Washington?

Porque hay cosas que son inaceptables. Por ejemplo darle una bofetada al hermano pueblo hondureño y ofender a los familiares de las víctimas de El Mozote al nombrar al “Carnicero de Santa Marta” Sigfrido Ochoa Pérez, cercano al golpista Micheletti y hombre de la CIA, para quien los asesinos de El Mozote son héroes de la patria.

Se da cuenta acaso el Presidente de que está llegando a la línea de no regreso, y que es entonces que tendrá razón de tener miedo y desconfianza, pero no del partido ni del pueblo que un día confiaron en él, sino de la derecha, de los militares como Ochoa Pérez y del imperio, de esos que sí asesinan todos los días y en no importa que lugar del mundo. El imperio no tiene el menor escrúpulo para deshacerse de sus peones cuando están gastados. Lo hicieron con Saddam Hussein, con el general Manuel Antonio Noriega, con Oussama ben Laden, con otros que en este momento escapan a mi memoria, y lo seguirán haciendo.

ARENA es otro ejemplo de la desgracia en la que caen los peones del imperio. Ya no quieren a ARENA, huele a droga y tiene las manos manchadas. La nota de la CIA acerca de los planes para asesinar a Cristiani es un mensaje en clave para que se haga a un lado, es el turno de GANA.

Kadhafi también es un ejemplo, doloroso esta vez, aprovecharon su egocentrismo y lo engañaron. Le hicieron creer que ya eran amigos y que podía deshacerse de toda la defensa antiaérea, misiles, etc. y mire usted lo que le pasó.

El modus operandi del imperio, de la derecha y de los militares, siempre ha sido el mismo. El asesinato de los padres jesuitas y el de monseñor Romero son claros ejemplos, en los dos casos para tratar de culpar al FRENTE.

Que espera Presidente Funes, el FMLN le tendió de nuevo la mano, los discursos del Vicepresidente Salvador Sánchez Cerén y de Medardo González fueron elocuentes, pero su respuesta ha sido equivocada y clara: tomar más distancia y abofetear de nuevo al partido que confió en usted.

Ahora, presidente Funes, la guerra es entre dos modelos: el modelo más digno y justo de Suramérica y el neoliberal del imperio. El primero ganador, el otro que se está desmoronando.

Es tiempo todavía de regresar con el pueblo que un día confió en usted, si en verdad la luz que ilumina su camino es la palabra de Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Piense que cuando se es fiel a la palabra de Monseñor Romero no se puede andar tejiendo alianzas con quienes lo asesinaron y quienes los formaron y los protegieron. ¿No es cierto?


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