CIAP-FELAP:
GOLPISTAS DE HONDURAS LIQUIDAN LA LIBERTAD DE EXPRESION
Desde el 28 de junio pasado, día en que se perpetró el golpe de Estado en Honduras, ha sido eliminada la libertad de expresión y muchos periodistas han sido perseguidos con detención, amenazas y los extranjeros expulsados del país, según registro de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas adscrita a la Federación Latinoamericana de Periodistas (CIAP-FELAP). La retención de informadores de la agencia Telesur y de Venezolana de Televisión (VTV) es sólo el último episodio de tal situación.
Pedro Quesada, productor de Venezolana de Televisión (VTV) dijo en Tegucigalpa que Eduardo Silvera, enviado especial de la estación y Madeleine García, de Telesur, fueron apresados en una comisaría policial donde les dijeron “Váyanse de aquí. No tienen nada que hacer en este país”. Calificó la situación como una clara violación de los derechos humanos. El amedrentamiento hacia los profesionales ocurrió el domingo 12 de julio, fecha en que fue asesinado un dirigente político, Roger Bados, en San Pedro de Sula.
Thelma Mejía, de la agencia IPS, en despacho del 6 de julio caracteriza así el problema: “Censura, autocensura, amenazas a periodistas y la clausura y militarización de medios de Comunicación están a la orden del día en Honduras tras casi una semana del golpe de Estado”. Agrega datos: “El Canal 36 de propiedad del periodista Esdras Armando López y con su línea editorial favorable a las políticas de Zelaya, permanece ocupado por una fuerza militar y fuera del aire. El periodista Eduardo Maldonado, conductor de estaciones informativos en ese canal, optó por refugiarse en la embajada de Washington en Tegucigalpa por temor a represalias”.
CIAP-FELAP exhorta a las organizaciones de periodistas a la denuncia y la solidaridad en el caso hondureño.
Hernán Uribe y Ernesto Carmona, presidente y secretario ejecutivo de CIAP-FELAP
Julio 12/09
ESTADOS UNIDOS Y EL GOLPE EN HONDURAS
Lo que se juega hoy en Honduras es el peligro de un retroceso histórico y político que atañe a toda América Latina. Y es fundamental que allí haya periodistas desempeñando su trabajo de testigos de la historia.
ERNESTO CARMONA
Secretario Ejecutivo de la Comisión Investigadora de Atentados Contra Periodistas de la FEDERACIÓN LATINOAMERICANA DE PERIODISTAS ( CIAP-FELAP)
Evidentemente, en Estados Unidos gobiernan dos poderes: uno simbólico, representado por Obama, y otro real, personificado en el complejo militar industrial y mediático, que está apoyando activamente a los golpistas en Honduras. EEUU tiene dueños, gente rica que posee los grandes negocios financieros, la banca, las corporaciones que explotan y saquean los recursos naturales de nuestros países, y el poder mediático. Esta gente del complejo militar-industrial-mediático aparentemente perdió una parte del gobierno con la aparición de Obama. Pero estos ricos de EEUU tienen lazos umbilicales con los dueños de Honduras, los señores feudales que dominan a ese país, considerado el más atrasado de América Latina después de Haití.
Quizás, por eso, EEUU juega a dos bandas en Honduras. Mientras el presidente condena el golpe, la secretaria de Estado Clinton promueve una negociación entre la víctima del golpe de Estado, Manuel Zelaya, y sus victimarios, los golpistas pro-estadounidenses que lo sacaron violentamente del país. El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, se prestó para esta farsa, que ya fracasó. El demócrata Eliot Engel, presidente del subcomité para el Hemisferio Occidental, del comité de relaciones exteriores de la Cámara de Representantes, también le dio su bendición a los golpistas. O sea, hay demócratas que piensan tan a la derecha como los republicanos.
La hipocresía de Estados Unidos no permite que en su territorio se torture abiertamente, pero si pueden hacerlo en Guantánamo y en las cárceles secretas de otras latitudes. Con esa misma hipocresía no dan golpes de estado abiertos, sino que asesinan a los presidentes, como ha ocurrido varias veces en la historia, pero eso no les impide fomentar los golpes militares en otros lugares del mundo, donde libran guerras, y particularmente en América Latina, donde avanzan los gobiernos hostiles a la política del gran garrote que incluso han llegado a cambiar el carácter de la OEA. Pienso que esto es una advertencia para el resto de América Latina, o sea para naciones como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua e incluso Paraguay y Argentina.
Honduras es un país que todavía vive en el feudalismo. Los dueños de la tierra son también los dueños de las fábricas, los dueños del comercio, los dueños del poder y la riqueza y, además, son los jefes del ejército, los jefes del Congreso, como Micheletti, y del Poder Judicial. La oligarquía es la clase dirigente única y a la vez cumple el rol de clase política. El Presidente Zelaya sería como una oveja descarriada de esa oligarquía que llegó a comprender el papel histórico en que lo puso su compromiso con el pueblo, en un proceso democrático en favor de los desposeídos que recuerda mucho los afanes por su pueblo de Salvador Allende, en su propia época pero ante el mismo enemigo.
Madeleine García, de Telesur, y Eduardo Silvera, de Venezolana de Televisión, forman parte del equipo de periodistas que están siendo expulsados de Honduras. Lo que se juega hoy en Honduras es el peligro de un retroceso histórico y político que atañe a toda América Latina. Y es fundamental que allí haya periodistas desempeñando su trabajo de testigos de la historia.
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