Víctor Regalado
La llegada de la primavera es de gran importancia para los pueblos nórdicos, y muchos de ellos ligaron este acontecimiento de la naturaleza a su espiritualidad. He aquí, al llegar la primavera, un escenario fruto de la imaginación, pero probable en aquel amanecer de nuestro tiempo, cuando el ser humano caminaba por todos los rumbos del planeta para poblarlo.
Una mañana de primavera en el gran norte del continente, un pequeño grupo compuesto por hombres, mujeres, niños y personas mayores, avanzaba penosamente en la nieve rumbo al horizonte por donde sale el sol. El cielo era azul y limpio de nubes, las últimas corrientes de viento frío del norte las habían empujado hacia el sur.
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